Tratamiento con Láser para quemaduras y cicatrices quirúrgicas.

Las cicatrices provocadas por quemaduras se clasifican como normotróficas, hipertróficas con contracturas, hipertróficas sin contracturas, y atróficas. Las cicatrices hipertróficas son elevadas, eritematosas y de piel fibrosa; pueden causar dolor, prurito y disestesias; y cuando hay contracturas, éstas ocasionan coartación y deformidad de la piel, incluso limitando el movimiento de las articulaciones. En contraste, las cicatrices atróficas causan adelgazamiento y fragilidad de la piel, y pueden acompañarse de prurito.

 

El tratamiento de cicatrices por quemadura es difícil y a menudo obliga a utilizar una combinación de técnicas que incluyen prendas compresivas, masaje o terapia física, apósitos de silicona, corticosteroides, procedimientos quirúrgicos y aplicación de láser.3, 4,5 Respecto de la última opción, existen en el mercado tres variedades de uso frecuente:

  • Láser de colorante pulsado (LCP): longitud de onda de 595 nm, duración de pulso de 0.45-40 ms, y su cromóforo es oxihemoglobina
  • Láser Erbium fraccionado: tiene una longitud de onda 1,550 nm y su cromóforo es el agua; produce múltiples pulsos de baja energía en spots microscópicos y cada pulso crea una zona de tratamiento microtérmico.
  • Láser de CO2:con longitud de onda de 10,600 nm, es un láser súper pulsado.
Solicitar cita para evaluación